ROL DE LA
EDUCACIÓN EN TIEMPOS DE CRISIS
Ernesto Manfredi Gagliuffi. Lima.2020
Podría entenderse que es un discurso político pero nace desde la posición
de la innovación evolutiva, y para comenzar quiero mostrar mi desacuerdo en que
la educación, por lo menos en nuestro país, pasa por un acentuado dilema de
orientación y sentido, estoy seguro que es una cuestión de decisión; Naciones
Unidas suscribe que ésta es un derecho humano y una fuerza de desarrollo y de
paz, pero no ha habido momento en la historia en que no se haya presentado la
oportunidad de renovarla desde sus raíces, y no se ha logrado o intentado
seriamente por cualquier razón o argumento, se relegó la oportunidad.
La Agenda al 2030 de UNESCO, pretende crear condiciones para proveer conocimientos,
competencias y valores que lleven a las personas a gozar de una vida digna;
primer dilema, qué es una vida digna en el Perú, pues la realidad nos lleva a tener
que contemplar y proveer soluciones a múltiples problemas en disímiles pisos
ecológicos, en complejos colectivos sociales, unidos todos ellos por un acceso
dispar a la educación de calidad.
Segundo dilema, qué es una educación de calidad, algunos más bucólicos la relacionan al otorgamiento y respeto por
los derechos de las personas; otros más pragmáticos, enfatizan en la entrega de
conocimientos, en la estimulación de destrezas y cultivo de valores, pero,
desde la visión suscrita, siempre ha faltado como formulación política y
estratégica, el cómo;… y lo innegable es que debe ser a partir de actividades
que pueden y deben ser aplicadas en su entorno inmediato y se constituyan como una
solución a su problemática.
El tercer dilema, el enfoque, una perspectiva por competencias, producto
de las reformas del siglo XXI, basadas en el desarrollo de habilidades, una visión
cuya dificultad se encuentra en la medición de resultados dada las desemejanzas
existentes y las culturas prevalecientes, enfoque que no prioriza las
habilidades interdisciplinarias, trasversales o transferibles.
Aprender de la
experiencia
Así como en la España de posguerra, sustentada en la re españolización y
re catolicación, situación que favoreció la privatización de la educación media
con resultados medibles superlativamente en la actualidad y la experiencia sur
coreana sostenida por un gobierno que se desveló por ir perfeccionando un
sistema educativo en base a las diferentes etapas de desarrollo que iba
viviendo el país; o Finlandia, con una educación horizontal, estructurada en
temprana, comprensiva y superior, respaldada por la condición de que todos sus
maestros son maestros especialistas en educación y en sus respectivas materias,
con el grado de magíster.
O la experiencia francesa, la que reorganiza e institucionaliza la
enseñanza técnica e industrial como una salida a la necesidad perentoria de
hacerle frente al desarrollo de las potencias triunfantes del momento.
En el Perú la situación pos sendero, aún no encuentra norte, pues es
como un caballo desbocado en su propia libertad, caracterizado por la aparición
de una complejidad de centros educativos privados a todo nivel, resultados de
los vacíos de un sector educativo público debilitado y el interés comercial
antes que el formativo, privado de filosofía y capacidades, y que no logra
reducir sustantivamente las deserciones a lo largo del extenso proceso
educativo, ni aportar desarrollo o progreso a cada uno de sus conformantes y
sus realidades.
Desaprender
para aprender
Así como se ha demostrado que experiencias nuevas pueden provocar
creación de nuevas conexiones neuronales y regeneración de tejido, nuestra
educación debe convencerse que no escapa a este principio, está al frente la
solución, la tarea está en trabajar para intervenir en un escenario partiendo
de la apertura a los “cómo” y de lo que
precisa el agente de cambio en términos de formación.
Desaprender frente a nuestra realidad en educación, involucra un
esfuerzo reflexivo para desechar modelos mentales habitúes y que en nuestro
caso son probadamente fallidos, y como propuesta de aprendizaje, reorientarlos
a la construcción de una realidad sostenida en la práctica de valores
compartidos, locales y comunitarios, como cimiento de una visión realista de
una nueva cultura cuya raíz crezca pivotante orientada hacia el trabajo.
Crear soluciones
“Mano de obra sin calificar”, producto que nuestro sistema educativo
oferta al cabo de una década de estudios, la creación de una solución a este
problema parte por la construcción de una visión de cómo debe ser el sistema
educativo en el Perú y la propuesta debe ser en el corto y mediano plazo,
“educación para el trabajo”.
De por sí, muchas propuestas nos conducen a buscar el fortalecimiento
del país y elevar el nivel de vida de sus habitantes; han habido ya muestras de
éxito cuando se comprometieron la decisión política, la participación popular y
comunitaria, pero aún quedan pendientes de solución promesas, como las de los 60´, todavía vigentes, promesas de un
hombre respetuoso de las libertades constitucionales y de expresión, en su
primer mensaje a la nación sostenía la importancia de (...) edificar una amplia
red de construcción de locales escolares para dar cabida a la demanda de
matrícula escolar (hoy, cara a la pandemia, la promesa se torna tecnológica); (…)
atender las demandas profesionales de los maestros, dignificándolos económica y
socialmente y elevando su formación profesional; (…) combatir la exclusión
social de la mayoría, incorporándola a los beneficios de la educación, la
cultura y el avance tecnológico, (…) que nos permita una dinámica asimilación a
las formas más avanzadas de la economía moderna bajo el lema, (…) “Que la
educación vaya al encuentro del educando”. Belaunde F. (1963)
Desde ya, ésta es una propuesta sensata frente a las crisis de cualquier
índole, pero se requieren objetivos claros, específicos y medibles; la
respuesta al primer dilema se encuentra en proveer condiciones de formación que
lleven a desarrollar rápidamente destrezas y habilidades y un uso intensivo de
tecnologías que permitan economías de no solo sustento sino de aquellas que
Hawkins J. (2020) define como Economías
Creativas, “(…) el conjunto de actividades que permiten que las ideas se
transformen en bienes y servicios culturales, y cuyo valor estará determinado
por su contenido de propiedad intelectual”; concepto abstracto que caza exacto
en una cultura hondamente innovadora y adaptativa como la nuestra.
Educación de calidad, existe una gran corriente de opiniones, cada país,
cada región, tiene su definición, para nosotros debería significar,
productividad, democratización y competitividad, a partir de su
personalización, donde la educación es parte de la jornada laboral, donde la
comunidad y familia son parte de la dirección y el acompañamiento.
Punto de partida del aprender a
aprender, el tercer dilema, ha de resolverse al apoyarse en el
fortalecimiento de habilidades interdisciplinarias, trasversales o
transferibles, buscando integrar conocimientos, actitudes, y valores para la conclusión
exitosa de actividades vinculadas principalmente al trabajo.
Cultura global
– ¿Punto de partida?
La globalización debe tener como partida el fortalecimiento interno
(país) de nuestras capacidades, suena descabellado, la misma globalización al
ser un proceso de interdependencia de escala mundial, será la que podría
terminar de llevarnos a un nivel etéreo, sin posiciones ventajosas ni de
oportunidad; las propias transformaciones sociales y políticas de ese carácter
global y su rol dominante no deben impedir integrarnos ni afianzar nuestra
cultura, por el contrario, será a partir de ella que nos desarrollemos, aunque
taña a contracorriente.
¡Retos!
Siempre es y se hace difícil llegar al final, sobre todo cuando el
tiempo es el marcapaso del ensayo, el desafío parte por el acuerdo frente a:
- La educación se respaldará en la conjunción realidad local comunitaria, acceso laboral lindante y desarrollo de habilidades.
- Incentivo al desarrollo de las capacidades de los maestros.
- La estrategia de educación, el crecimiento hacia adentro, de las fronteras al centro del país y de la atención prioritaria de las periferias.
- La entrega de la administración e impulso de la infraestructura educativa a los gobiernos locales por su cercanía a las realidades.
- Priorizar el componente tecnológico para acortar las distancias en el acceso a la información e innovación.
- ¡…el resto dependerá de nosotros!
Lima, Mayo 16, 2020
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